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Mario Bravo-Lamas, 10 de Julio, 2025 En el artículo anterior explicamos como hacer esta oración y lectura de la Biblia llamada Lectio Divina, ahora lo pondremos en práctica. Elige el pasaje bíblico que vas a […]

Lectio divina del salmo 23

Mario Bravo-Lamas, 10 de Julio, 2025

En el artículo anterior explicamos como hacer esta oración y lectura de la Biblia llamada Lectio Divina, ahora lo pondremos en práctica.

SALMO 23 (NVI)

Salmo de David.

1 El Señor es mi pastor, nada me falta;

2 en verdes pastos me hace descansar.

Junto a tranquilas aguas me conduce;

3 me infunde nuevas fuerzas.

Me guía por sendas de justicia

haciendo honor a su nombre.

4 Aun si voy

por valles tenebrosos,

no temeré ningún mal

porque tú estás a mi lado;

tu vara y tu bastón me reconfortan.

5 Dispones ante mí un banquete

en presencia de mis enemigos.

Has ungido con aceite mi cabeza;

has llenado mi copa a rebosar.

6 Seguro estoy de que la bondad y el amor

me seguirán todos los días de mi vida;

y en la casa del Señor

habitaré para siempre.

  1. Statio – Preparar el corazón

Prepárate para escuchar la Palabra de Dios:

  1. Busca un lugar tranquilo y sin distracciones.
  2. Entrega tus pensamientos y preocupaciones a Dios.
  3. Pídele al Espíritu Santo que te guíe. 
  1. Lectio – Leer con el corazón abierto

Ahora lee o escucha con atención el pasaje de la Biblia que elegiste:

  1. Presta atención a las palabras, ¿qué dice el texto?¿Hay algo que te llama la atención? 
  2. Si hay algo que no entiendes, pon un signo de interrogación (¿?). 
  3. Si hay algo que empieza a resonar en tu corazón, subráyalo

Esta canción fue escrita por David, quien antes de ser rey fue músico y pastor de ovejas. En ella, nos presenta a Dios como el buen pastor. En el mundo antiguo, la figura del pastor era una imagen común para representar el liderazgo y el gobierno. Por eso, aunque David llegó a ser rey, reconocía que Dios es el Rey-Pastor perfecto, aquel que cuida, guía y protege a su pueblo no solo en los momentos de calma, sino también en medio de la adversidad.

En esta sección del salmo destacan dos declaraciones centrales: “El Señor es mi pastor, nada me falta” y “porque tú estás a mi lado”. Este Salmo, aunque escrito para el pueblo de Dios, expresa una verdad profundamente personal: Dios no es solo nuestro Dios, sino también mi Dios. Estas frases revelan una confianza profunda en la presencia constante de Dios. 

Luego, en el versículo 5, la metáfora cambia: Dios ya no es solo el pastor, sino también el anfitrión generoso que nos recibe con hospitalidad abundante para establecer una relación cercana y amorosa con nosotros.

  1. Meditatio – Dejar que la Palabra te toque

Lee o escucha el mismo pasaje leído por segunda vez:

  1. Reflexiona con tu mente y tu corazón Qué me dice Dios hoy? ¿Qué tiene que ver conmigo, con mi vida y mis circunstancias? ¿Hay alguna imagen, recuerdo, sensación o experiencia que surge?
  2. ¿Qué me muestra sobre el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo? ¿Qué dice este texto dentro de la gran historia de Dios? (Historia de salvación, el evangelio)
  3. ¡Marca con un signo de exclamación lo que te impacte! Esa palabra o frase que brilla, que resuena con tu vida.
  4. Guarda un momento de silencio para abrir tu corazón a la voz de Dios.

Esta oración poética expresa una confianza plena en el Señor como nuestro buen pastor. No solo fue la experiencia de David, sino también del pueblo de de Dios durante el éxodo, donde fueron cuidados, guiados y protegidos, y donde Dios se reveló como aquel que busca una relación personal con su pueblo: “Así sabrán que yo fui quien los libró de su esclavitud en Egipto, y serán mi pueblo y yo seré su Dios” (Éxodo 6:7).

Pero esta realidad no quedó en el pasado. En Jesús, el Buen Pastor, somos rescatados por amor y todos podemos ser acogidos como sus ovejas. En Él vemos que su cuidado, guía y protección no son temporales, sino eternos: ayer, hoy y siempre (Lucas 15; Juan 10:11-18; Hebreos 13:20; 1 Pedro 2:25; Apocalipsis 7:17).

Este salmo nos muestra el cuidado amoroso de Dios, su guía fiel y su protección constante, las cuales traen refrigerio y bienestar a nuestras vidas. Su presencia está con nosotros tanto en los días tranquilos como en los momentos de dolor e incertidumbre, en los cuales podemos confiar plenamente en su amorosa compañía.

Su Palabra es la que nos guía, orienta y endereza nuestros pasos. La leemos para escucharle, conocerle y profundizar en nuestra relación con Él, y la interpretamos a la luz de Jesucristo, quien es la Palabra definitiva.

Por último, este Salmo también nos revela que Él trae descanso a nuestra vida, nos consuela y restaura cuando hemos perdido el aliento. Pero, sobre todo, nos muestra que nos invita a su mesa para disfrutar de una relación de amor con Él.

En medio de la vida, con sus luces y sombras, su bondad y su amor nos siguen sin cesar. Ante esta realidad tan hermosa del Dios que guía, protege y ama, surge una pregunta inevitable: ¿Cómo responderás tú?

  1. Oratio – Responder con el corazón

Lee o escucha el pasaje por tercera vez:

  1. Responde en oración a lo que te ha tocado la mente y el corazón. Habla con Dios desde lo que sentiste y descubriste.
  2. *Marca con un asterisco esa palabra o frase que te lleva a orar.
  3. Tal vez brote gratitud. O una confesión sincera. O una súplica. Esta respuesta puede ser con palabras o sin ellas.
  4. combina la lectura con tus palabras y con silencio.

Oración

Señor, mi Pastor y mi Dios,

gracias por tu cuidado constante, por tu guía fiel y tu protección amorosa que me acompañan en cada paso.

Tú estás conmigo en los días de paz y también en los valles oscuros; nunca me dejas solo, y tu presencia me consuela.

Haz que tu Palabra ilumine mi camino, que me oriente y enderece mis pasos,

y que al leerla a la luz de Jesucristo, pueda escucharte, conocerte más y crecer en mi amor por ti.

Trae descanso a mi alma cansada, restaura mi aliento cuando me falte la fuerza,

y recíbeme a tu mesa, donde me invitas a compartir contigo una relación de amor profundo y eterno.

Señor, en medio de las luces y sombras de la vida,

confío en que tu bondad y tu amor me seguirán cada día.

Ayúdame a responder con fe, gratitud y entrega al regalo de tu presencia.

Amén.

  1. Contemplatio, Collatio et Actio – Descansar, Compartir, Vivir

Lea o escuche por última vez y permítete simplemente estar con Dios en quietud:

  1. Descansa en Dios y permanece con el Dios que te ha hablado a través de la Palabra.
  2. Marca con una flecha> lo que sientes que Dios te invita a hacer, decir o vivir.
  3. Desde ese descanso, el Espíritu te puede invitar a compartir (collatio) lo que viviste y a actuar (actio): llevar lo vivido a la vida, a los demás, a la misión.