Formación espiritual desde la Palabra
Mario Bravo-Lamas y Karina Gutiérrez Seguel, 10 de Julio, 2025
La lectio divina es una lectura, personal o comunitaria, de la Biblia, acogida como Palabra de Dios y que se desarrolla bajo la inspiración del Espíritu Santo en meditación, oración y compromiso cristiano. Lectura en el Espíritu, o Biblia orada: eso es la lectio divina.
Francisco Contreras Molina
¿Qué es la Lectio Divina?
La lectio divina, que significa “lectura sagrada”, es una antigua forma de leer la Biblia con el corazón abierto a Dios. No se trata solo de entender lo que dice, sino de dejar que Él te hable por medio de su Palabra. Más que un método, es una manera de escuchar a Dios y permitir que transforme nuestra vida.
Guiados por el Espíritu Santo, entramos en un diálogo con Dios que toca nuestras vidas. Este camino de oración se vive en distintos momentos: la preparación del corazón (statio), la lectura atenta de la Biblia (lectio), la meditación o reflexión (meditatio), la respuesta en oración (oratio), y finalmente, el descanso en su presencia amorosa, que nos impulsa a compartir su amor y vivirlo activamente en el mundo (contemplatio, collatio et actio).
1. Statio – Preparar el corazón
Así como en el camino a Emaús, Jesús se acercó a los discípulos sin que ellos lo notaran. Se puso a caminar a su ritmo, los escuchó con atención, dejó que hablaran desde el dolor y la confusión (Lucas 24:13-24). Así también, Dios sale a nuestro encuentro, justo donde estamos, prepara nuestro corazón y comienza la conversación.
Antes de comenzar, busca un lugar tranquilo, deja a un lado las distracciones y entra en silencio. Respira hondo. Todo lo que llevas dentro: dudas, alegrías, cansancio, deseos. Entrégaselos a Dios. Pídele al Espíritu Santo que te guíe, que prepare tu corazón para encontrarte con Él.
2. Lectio – Leer con el corazón abierto
Así como Jesús les explicó las Escrituras a los discípulos y les ayudó a releer sus experiencias a la luz de la Palabra (Lucas 24:25-27), Él también puede enseñarte a ver tu historia desde su mirada.
Lee el texto bíblico con atención y calma, sin apuros, con el corazón dispuesto a escuchar.. Vuelve a leer si es necesario (ahora o en los pasos siguientes). Escúchalo con el alma despierta.
Fíjate: ¿qué dice el texto? ¿qué palabra, frase o personaje llama tu atención?
Si algo no entiendes, pon ¿un signo de interrogación? Si una idea te habla fuerte, subráyala.
Y si lo prefieres, termina este momento en silencio, dejando que Dios te hable desde dentro.
3. Meditatio – Dejar que la Palabra te toque
En Emaús, los discípulos comenzaron a ver con nuevos ojos: entendieron que la cruz no era un fracaso, sino el centro de toda la historia de amor de Dios (Lucas 24:25-27).
Ahora es momento de dejar que el texto resuene en ti. Detente y reflexiona sobre lo que estás escuchando tanto en tu mente como en tu corazón. Si quieres, vuelve a leerlo o escúchalo, con calma. Deja que su Palabra entre en tu corazón. Observa los pensamientos que surgen en respuesta a la Palabra y las emociones en tu corazón. Pregúntate:
📖 ¿Qué me dice Dios hoy?
🕊️ ¿Qué me muestra sobre el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo?
🌍 ¿Qué dice este texto dentro de la gran historia de Dios?
💬 ¿Qué tiene que ver conmigo, con mi vida y mis circunstancias? ¿Hay alguna imagen, recuerdo, sensación o experiencia que surge?
¡Marca con un signo de exclamación lo que te impacte! Esa palabra o frase que brilla, que resuena con tu vida.
Siéntate en silencio después de escuchar las palabras y permite que la Palabra de Dios se forme en ti mientras te abres con atención y expectativa a lo que Dios tiene para ti.
Este momento se conecta con el CREER en el modelo Cristoforma: dejar que la verdad de Dios moldee nuestra forma de ver y entender la vida.
4. Oratio – Responder con el corazón
Los discípulos en Emaús, tocados por las palabras de Jesús, le dicen con el corazón ardiendo: “Quédate con nosotros, Señor” (Lucas 24:28-29).
Ahora, responde en oración a lo que te ha tocado la mente y el corazón. Habla con Dios desde lo que sentiste y descubriste. Tal vez brote gratitud. O una confesión sincera. O una súplica. No importa cómo suene, lo importante es que sea tuyo. Real. Íntimo. Recuerda tener una actitud de diálogo continuo, de hablar y escuchar profundamente, así que combina la lectura con tus palabras y con silencio.
*Marca con un asterisco esa palabra o frase que te lleva a orar.
Este momento se conecta con el AMAR en Cristoforma: responder al amor de Dios con amor, tanto a Él como al prójimo.
5. Contemplatio, Collatio et Actio – Descansar, Compartir, Vivir
Los discípulos, antes desanimados, ahora tienen el corazón encendido. Jesús no solo estuvo un rato con ellos… se quedó para siempre. Llenos de gozo, regresan corriendo a contar lo que vivieron.Y su testimonio nos susurra algo: Tú también puedes encontrar a Jesús vivo en la Palabra, si la lees en comunión con Él (Lucas 24:30-35).
Escucha una lectura final y permítete simplemente estar con Dios en quietud. Descansa en Dios y permanece con el Dios que te ha hablado a través de la Palabra. A veces lo más profundo no se dice, se contempla. Quédate un momento con Dios, sin hacer ni decir nada. Simplemente estar con Él. Saborea su presencia, su Palabra y su amor. Disfruta su amor. No se trata de hacer más, sino de descansar en Él. Desde ese descanso, el Espíritu te puede invitar a compartir (collatio) lo que viviste y a actuar (actio): llevar lo vivido a la vida, a los demás, a la misión.
Marca con una flecha> lo que sientes que Dios te invita a hacer, decir o vivir.
Este paso se relaciona con el HACER en el modelo Cristoforma: una espiritualidad encarnada que transforma tu vida (contemplatio), tu comunidad (collatio) y tu mundo (actio).
La lectio divina es más que leer la Biblia.
Es dejar que la Palabra te lea a ti.
Es abrir el corazón y dejar que Dios susurre, que interrumpa tu rutina con su voz suave y firme.
No se trata solo de entender lo que dice el texto,
sino de detenerse, respirar hondo y escuchar con el alma.
Es escuchar al Dios que habla… y quedarse con Él un rato más.
Es un viaje, no de prisa, sino de presencia.
Un camino donde el Espíritu te toma de la mano y te guía:
Primero preparas el corazón (statio),
luego abres la Biblia y escuchas con atención (lectio),
dejas que las palabras hagan eco en tu interior (meditatio),
respondes con tus propias palabras, con tus emociones, con tu vida (oratio),
y por último… simplemente estás. Descansas. Contemplas. (contemplatio).
Y desde ahí, compartes lo vivido (collatio) y te pones en camino (actio).
La lectio divina es silencio habitado,
es conversación sagrada,
es dejar que Dios transforme tu día desde adentro.
No necesitas saberlo todo, solo estar dispuesto.
Él ya está hablando… ¿quieres escucharlo?
Fuentes
Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Biblia de la Iglesia en América. PPC EDITORIAL: 2019.
David G. Brenner, Opening to God: Lectio Divina and Life as Prayer. IVP Formatio: 2021. (Este libro está disponible en español bajo el titulo Abrirse a Dios)
Eugene Peterson, Eat This Book: A Conversation in the Art of Spiritual Reading. Eerdmans: 2009. (Este libro esta disponible en español bajo el nombre Cómete este libro)
Francisco Contreras Molina, Leer la Biblia como Palabra de Dios. Editorial Verbo Divino: 2007.
Instituto Fe y Vida: https://www.bibliaparajovenes.org/files/u1/documentos/RBG/Itinerario-de-Lectio-divina.pdf
Wesley Methodist Church, Singapore: https://wesleymc.org/lent2025/lectio-divina/lectio-divina-1
